sábado, 17 de diciembre de 2016

Los nombres y el mostacho

EXCMO. AYUNTAMIENTO DE CÁDIZ
SIENDO ALCALDESA DE ESTA CIUDAD LA EXCMA. SRA.
DOÑA TEÓFILA MARTÍNEZ SAIZ
SE REHABILITÓ Y CONSTRUYÓ ESTE MERCADO CENTRAL DE ABASTOS
CÁDIZ A 9 DE DICIEMBRE DE 2009

De columnas estriadas, que ya no sé si aluden al Foro de Roma.
En los anchos pasillos centrales, veladores que surten los vecinos puestos del mercado. Gente, de vinos, de cañas, de tapas.
De un grupo de cuatro personas, un hombre de unos cincuenta años, quizá más, se me acerca y, tendiéndome la mano, me dice su nombre y asegura con admiración que un día se dejará crecer un mostacho como el mío.
-- Lo veremos, un día, contesto, digo mi nombre y con algo de aprensión...
...estrecho esa mano desconocida. ¿Qué otra cosa, si no?
Luego, recordando a Sheldon Cooper, en los servicios de un bar procedo a lavarme, descubriendo con serias dificultades el enrevesado mecanismo que abre los grifos, después de probar el de caballeros y el de señoras, por este respetuoso orden.
Antes, en el mercado, he tomado nota de la lápida conmemorativa. Y otro nombre me ilumina la tarde: el rótulo reza "Carnes y recova". Al lado, como una señal, ese nombre, igual al tuyo.

Sentado a la mesa de este café, en la terraza exterior que me expone al comportamiento independiente de los fumadores, con gafas y redactando las líneas de este "blog", casi parezco un escritor, mientras me observa un joven desde un cierro (de un tercer piso, palillería en la plaza de las Flores), de esos que, al decir de la abuela Clotilde, eran como un coche "parao".
Hay un cruce de nostalgias: de ti, de ella.
Al cine, que parece que va a ser buena "El editor de libros".

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