miércoles, 7 de diciembre de 2016

Una de opciones

El ruido va llegando a la elección de los regalos/juguetes de Navidad, a las tertulias en los medios de difusión (o confusión), en las que "especialistas" en número casi infinito nos ilustran con sus sabios pareceres.
¿Hay sexismo en ese asunto?
Se ve que somos la sociedad del bienestar y que, entre tantos problemas, también puede quitarnos el sueño esa cuestión con sus matices y pormenores.
Modestamente, quizá olvidamos el trasfondo hormonal que condiciona las inclinaciones y pulsiones, no siempre inducidas, de los mamíferos y las mamíferas, tan empeñados y empeñadas en buscarle tres pies al gato y a la gata.
Algunos llaman ingeniería genética a esta tendencia; otros, ganas de enredar, revisionismo a todo meter, incluso delirio. O también equidad en la distribución. No sé.
A lo mejor el mundo da la vuelta; y si más adelante da otra, se queda más o menos lo mismo.
En el entremientras, ¿podríamos regalar libros, instrumentos musicales, útiles de dibujo, un ajedrez?
¿Eliminarían esas opciones toda o parte de la devastadora preocupación enunciada?

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