miércoles, 31 de enero de 2018

A Irenísima

Desconciertos insospechados
contienden con el "Plegablito":
son solfeos deliberados
siempre puestos por escrito.

Entre preguntas y respuestas
la Almendrita, paciente, me presta,
a través de Internet misterioso, 
una eminente ayuda externa.
Desde ese espacio sideral
-- inabarcable para el Oso
que, arduo, estos meses hiberna --
el horizonte no está mal.

La doble nomenclatura
se desliza por cauces dispersos:
hay extrañas arquitecturas
en los sustantivos diversos,
en los símbolos asaz abstrusos,
ignotos, oblicuos, confusos;
en las intrincadas disyuntivas
de conjeturas alternativas.

¿Son los caminos del Señor
con su fama de inescrutables,
o la rebelión de las "maquinitas"
y su comportamiento inestable?
A la Dama interpela Cyrano
con sus versos descoyuntados;
con su espada de acero afilado
corta en la RED los nudos gordianos. 

martes, 30 de enero de 2018

¡Ay, Rogelio, qué revoltoso nos sales!

En el guiñol del "Parlament"
ya se aprestan para la función:
¿habrá tablao, habrá vaivén
si vuelve CarlAs Puigdemont?

La policía lo vigila
esperando un chiste de Eugenio
o una "guerra" de las de Gila,
o una carta de "la" Isabel Gemio.

Atentos, queridos todos, 
a la pequeña pantalla
que hoy toca, codo con codo,
un ensayo para las Fallas.

Así que, siguiendo con tu insolente ejemplo de llamarle Soraya a quien sabemos, yo te diré Rogelio, por qué no: tirando a bravío y rígido que no quiere apearse del burro, le acabas de poner un humo de aplazamiento a tus ínfulas con esa retórica falsorra y trillada de soberanías (troceadas a capricho, por lo que se ve) y "mandatos" inexcusables para gente como tú, díscola y aficionada a la desobediencia, dada a inventarse "órdenes a medida de la propia conveniencia".
Venga ya.

lunes, 29 de enero de 2018

El almuerzo

La compasión que siento al contemplar
esa estampa correcta y ejemplar
de esas niñas tan rubias y educadas,
fingiendo que esa sopa les agrada,
da al corazón muy honda puñalada.
¿De quién fue tal idea?:
ese color oscuro, esa textura,
ese aciago flotar de añadiduras...
¿Por qué tal disciplina, tal rigor,
tan decidida inquina en un potaje
y, encima, agua, por todo brebaje?

Sólo Felipe cataba un "culín"
de vino blanco y más bien escaso.
Y tanta austeridad y sobriedad
para acercar la imagen de Familia,
¿aporta claridad y reconcilia
a los más refractarios
opositores y contestatarios?
¿O más que un éxito es un fracaso?

¿Tan necesario ese infeliz detalle
resultaba para que el Hipocampo
se deprima, se agobie y se desmaye?

domingo, 28 de enero de 2018

"Pepito Sardá Grillo"

Desde los tiempos en que se dedicaba al entretenimiento de "Crónicas marcianas" (que terminaría agotándose y agotándonos con la rampante reiteración de lo que fueron siendo ordinarieces, hipérboles y chocarrerías) a su más contemporáneo reciclaje como tertuliano presuntamente versado en política, Sardá ha recorrido su camino, repartido entre condición, imagen y medro profesional.
Asíduo, cómo no, de la Sexta, y enhiesto corifeo de ese presentador que manotea y vocifera a lo energúmeno, tanto lo conocemos en su papelón de Pepito Grillo (no exclusivo: más de cuatro se lo disputan) que no sorprende su propuesta de que, al ser el asunto de la Cataluña separatista algo excepcional, se le deba dar trato de excepción, que malsuena a privilegio: Rajoy dice no estar en eso, ni para sentar precedentes indigestísimos y absurdos, ni para contentar a los protagonistas mesiánicos que, precisamente, han originado los abusos "excepcionales" y las actitudes enloquecidas de una "democracia" farsante cuyo protuberante hervor habrá de rebajarse y resolverse con la normalidad de que el trato regional/autonómico (lamentable ya por fallido y por demasiado desigual) se empareje con mejor rumbo y decentes decisiones.
Nada, por cierto, en la línea de los papagayos.

sábado, 27 de enero de 2018

Quienes vienen leyendo

mis palabras ya conocen mi declarada antipatía, mi casi repugnancia por y mi incomprensión esencial de las caprichosas "maquinitas".
Que las inercias y las exigencias actuales nos vayan sometiendo a una dependencia de ellas cada vez mayor, no hace otra cosa que aumentar mi rechazo y mi rebelde irritación interior.
Ayer os dejé un aviso en Facebook, acerca de un contratiempo que se ha atravesado en el acostumbrado fluir de estas líneas y que procuraré subsanar por medio de lo que para el Hipocampo son espinosas fintas ante el impío resorte enemigo que borró varios meses de textos de la casa; aunque, al parecer, la totalidad de ellos sigue encontrándose a salvo por ahora en el buen recaudo de este burladero del blog de las Reflexiones.
A él, con tanta prioridad como insistencia, os remito, temeroso de no acertar con unos mecanismos cuyo misterio incomodísimo -- cuya inquietud -- no me ha permitido dormir arriba de tres horas la pasada noche.
Y siguiendo:
A la cruda y maldita realidad de la existencia, y la vigencia, de las guerras se opone la visión -- en estricto sentido -- de la utopía pacifista y sus mundos "disney".  
Y como a nadie le gusta morir en el frente, es natural que los ciudadanos se encrespen si uno o varios de sus gobiernos deciden la intervención en conflictos a 15.000 kms. y además ocultan gran parte del entramado interno correspondiente.
Así que la Prensa descubre los líos gracias, mira por dónde, a un tremendo chivatazo, y se ve entre la espada y la pared de las leyes, el derecho a la libertad de información y la pasta gansa que editorialmente necesita la empresa de turno.
Dentro del argumento, de polvareda fácil, contra la mediana decepción de "Los archivos del Pentágono" debió prevenirme el reparto: Tom, ni fu ni fa, o cumpliendo discreto; y Meryl, tan desbordada y titubeante como su personaje, habitualmente rancia de aspecto, deprimente en ese desvaído registro doméstico de reivindicación feminista al bañomaría.
Ni el propio Spielberg está a su acostumbrada altura.
Y cómo ha cambiado la digitalización todo lo que fueron aquellas máquinas de escribir, aquellas "lipotimias" y demás férreo estruendo de guerra de los periódicos clásicos con sus convulsas redacciones, sus cadenas de montaje, impresión, distribución...

viernes, 26 de enero de 2018

La oferta

Por si te ayuda a endulzar tu vida
(como aquel día de la Caja Roja
en la calle de Ayala
del barrio postinero de Madrid),
cuando vengas te haré un "café-bombón"
y, atusando las plumas de tus alas,
voy a darte un abrazo
hondo y largo, de todo corazón,
que venga a compensar nuestros atrasos.

jueves, 25 de enero de 2018

Reciclaje

Mira que si regresas en patera
y en playa clandestina, y aun desierta,
desembarcas, y la Guardia Civil
te envuelve en roja manta de acogida...
O si volvieras a pie, caminando
cual peregrino que a Santiago va;
o vestido con traje de flamenca
y una peineta como La Martirio...

O untado el rostro de oscuro betún,
o haciéndote pasar por "oriundo"
y pintoresco as del balompié...
O disfrazado de lagarterana
u otro exótico traje regional;
o trovador y paje de Occitania,
o de payaso, cómo no, de circo,
o travestido en indio con la "pluma"...

Con tan diversas posibilidades
esperamos tu vuelta ilusionados:
sobre todo, te aguardan tus cofrades,
¡Juana de Arco, charlatán pirado!

miércoles, 24 de enero de 2018

El "honor" de los maleantes

La otra noche, reponían por alguna de las "teles" una cinta de mafiosos titulada "Uno de los nuestros", que recrea los manejos clásicos (en la vida y en la ficción cinematográfica) de lo que suelen llamar "bandas criminales perfectamente organizadas" y que son, con mucho, anteriores a la frasecita contemporánea y medio doméstica que reiteran con énfasis nuestros conspicuos comentaristOs.
La coincidencia de esa emisión -- poco inocente quizá -- con los numerosos desaguisados que políticos y empresarios corruptos pergeñaron aquí durante años y que se ventilan en los tribunales, no deja de ser llamativa. Claro que, estando mucho y diverso equipo en el "pelotazo", se insiste más a fondo en los desmanes del PP, como si lo de Filesa, los Pujol, los discretos encantos de la burguesía vascongada, y las marcas olímpicas del "sUcialismo" andaluz, etc., etc. fueran pecadillos veniales, cuestiones de menor monta: que no. Pero las pirañas unidas rara vez se dejan vencer, ya lo ves, Mariano.
Y claro que a los delincuentes no cabe pedirles, ni esperar de ellos, demasiado "honor". Pero puede que no haya miseria superior a la delación de los chivatos para acogerse a las componendas con una Justicia que, en algún aspecto, también sale manchada de ese tufo tan elástico e impresentable, según el cual, el fin justifica los medios.
Basura repartida, vaya.

martes, 23 de enero de 2018

Con el propósito

de darle un descanso a los dos o tres monotemas que hogaño enturbian nuestros aires, transcribo aquí la letra de una canción que compuse a finales de los 70 del siglo pasado, por Dios, cómo pasa el tiempo, y que correspondía a otras visiones quizá algo frívolas pero de una cierta sustancia que someto a la aprobación de Vuesas Mercedes.
No descarto recurrir alguna otra vez a este expediente, en aras de la oxigenación de las neuronas sobrevivientes.

Cuentan antiguos libros de aventuras
que algunos navegantes se perdían
y que eran seducidos con finura
por unos suaves cantos que se oían;
y afirman los que vieron las sirenas
que no hay una mujer que se compare
(rubias o pelirrojas o morenas)
a aquellas criaturas de los mares...
Que ya se sabe qué es la fantasía
y el llenarse el caletre con los sueños
imaginando que la Luna, un día,
se te enamora y que eres tú su dueño.   

Risueñas, las sortijas de tu pelo
al júbilo en tus ojos hacen marco;
tu voz de terciopelo funde el hielo
y pone velas nuevas en mi barco.
A pique de perder hasta la sombra
y el propio rumbo de la singladura,
Sirena, por tu canto que me nombra,
tu derramada gracia y tu dulzura...
he de seguirte donde tú me lleves
buscando los rumores de tu senda
en las olas del mar en que te mueves,
volviendo* ciertas todas las leyendas.

*(Es la única palabra que sustituye a la original.)

lunes, 22 de enero de 2018

Desde nuestra redacción en Chiclana, suponemos inminente el plomo pesadísimo de tus siguientes fanfarrias

A Dinamarca has llegado,
"caganer" nuestro, fugado,
rodeado
de reporteros con cámaras
que te preguntan ansiosos
-- siempre urgentes y chismosos --
cuáles serán al presente
tus planes de ex-presidente.

Esponjando la sonrisa
no sueltas prenda; eres mudo
con tu ancho del embudo.
Y al mantener indivisa
tu vena de testarudo
te otorgan protagonismo
macerado en fatalismo
en cada telediario:
un héroe de cartulina
ruidoso entre bambalinas
como un carnaval canario.

¡Cuando se apague tu luz,
pobre "víctima inocente",
siempre vamos a añorarte,
atormentado en tu cruz,
dándonos tema frecuente
y estos versos recurrentes
al glosarte!

domingo, 21 de enero de 2018

La burra, al trigo

Alrededor de la figura histórica, política y pintoresca a su manera de Winston Churchill, viene insistiendo el cine con una dedicación que terminaremos por calificar de morbosa.
Lo último que nos llega es "El instante más oscuro", para recrear esas jornadas en las que el primer ministro -- mucho genio y mucha figura --, contra la opinión acobardada/prudente de algunos que recomendaban la diplomacia de vaselina y las concesiones al Tercer Reich, optó por plantar cara, a riesgo de que le saliese lo mismo, y resistir mientras desde USA pretendían aún la no intervención en una guerra que, como se vio, no iba a dejar títere con cabeza y cuyo desarrollo no se estaba deteniendo con el desentendimiento y la siempre elusiva neutralidad (¿a que nos suena?) ante un proyecto megalómano que no se habría calmado hasta un dominio y un sometimiento de dimensiones planetarias.
Cuando tan a menudo se nos replantean esos acordes bélicos, ¿añoramos el pasado, incluso en sus más tenebrosas facetas? ¿O sólo el relieve de dirigentes como el hombre del permanente cigarro puro y la pródiga, generosa "ingesta"?
¿Lamentamos quizá este tiempo presente y mediocre de tecnologías + enanitos?

sábado, 20 de enero de 2018

Detrás del decorado

Cuán verdad es, donoso Pionono
tu fina observación del gesto huero
con el que nuestros próceres fulleros,
para dar énfasis a sus necedades,
inclinan con furores almohades
y con impetuoso y bravo encono
el micro que entre toda la Nación
colocamos a su disposición
en las tribunas, pupitres y escaños,
para que, año tras año,
nos endilguen sin pausa su tostón
y ese eñgaño de apolillado paño:
"del caño al coro y del coro, al caño".

Y cuán verdad que, tras el decorado
del teatro de nuestros Parlamentos,
la mayor parte no vale un pimiento.
Con estos diputados
que claman, áticos, en sus estrados,
la paciencia se estraga
y, tembloroso, el galeón naufraga.

Dicen que en el Cantábrico las olas
miden ocho o diez metros.
¿Y no habrá maremoto o cabriola
que enmiende de una vez a estos catetos?

viernes, 19 de enero de 2018

La horma de ese zapato

Sólo que con un sesgo de cachondeo, de "guasa" propia de los carnavales gaditanos, os ha salido el remedo casi inevitable del colosal disparate que os aqueja.
Ahora, con el alto contraste de TABARNIA, que ni siquiera amplía sino que refleja todo el ridículo y el absurdo que tanta obstinada intoxicación ha sembrado, envolviendo con una bandera postiza y sobrevenida lo que no son más que maniobras para distraer al rebaño de expolios como el que en el Palau y en las demás triquiñuelas se vienen ejecutando; ahora, ya digo, lo que será más distintivo de esa cansina revuelta vuestra va a ser la antipatía avinagrada de unas ínfulas mentirosas y paletas, la terca manía de un fingido complejo de superioridad mal camuflado con la palabra diferencia, que los "analistas finos" de las tertulias inanes últimamente han dado en llamar supremacismo. (Eso, por si no teníamos bastante.)
Es la exageración en el desvarío y el fantástico salirse de madre de la realidad, lo que acaso os hacen tan irrenunciablemente españoles: sin remedio, chatines. (Porque ¿se dice así en el valioso BABLE que se avecina?)

jueves, 18 de enero de 2018

"Tres anuncios en las afueras"

es, directamente, una muestra de cómo hay que hacer buen cine, entretenimiento inteligente, análisis del carácter de unos personajes cuya veracidad no encontramos con frecuencia en la cartelera.
La tesonera mezcla de venganza y justicia de la madre; la honda sencillez de las cartas de despedida del jefe de policía, resuelto a enfrentar con valentía su destino; la torpeza racista de otros; el espesamiento de comprensión pero hipocresía del pueblo; la tensión de las disputas familiares, los complejos de culpa, etc. cuajan este film de convicción y de realismo, de verosímiles conflictos personales que al final optan por una moderada y algo fatalista decencia en la marea de lo que más o menos somos todos.
Un inesperado detalle: del fondo del olvido, medio siglo (se dice pronto) puede hacer de la última vez que escuché la canción "Walk away Renée"; un fragmento de ella que "Tres anuncios..." incluye, ignoro por decisión y antojo de quién, me asaltó con un pellizco de soterrada e imprevista nostalgia. La música, con sus magias inexplicables y misteriosas, nos remueve con frecuencia los más remotos sedimentos que la memoria y la sensibilidad van depositando en sus arqueologías.
Contemporánea, y algo remolcada, víctima de Internete, acato las más facilonas inercias y consulto el pozo sin fondo, la sima vertiginosa de los datos incesantes: eran Left Banke, año 1966. Acaso me gustó entonces, y ahora, porque algo sonaba aquello a cadencia de los Byrds, favoritos míos a través de las historias.
(También en la, para esto, cochambrosa "red", la traducción de la letra no parece al castellano sino a algún dialecto rudimentario propio de bárbaros y de caníbales.) 

miércoles, 17 de enero de 2018

Martillo, yunque, lenticular y estribo

Que las facultades se van desvaneciendo (con el tiempo, con el uso) no parece realidad discutible.
Y así, nos llega la noticia perturbadora aunque no imprevisible de que Eric Clapton, guitarrista de pro y notable autor de canciones que sabiamente ha ido componiendo a su medida, se está quedando sordo. Mucho ha llovido desde los años en que sus más fervorosos idólatras estampaban por las paredes una afirmación tan categórica como sacrílega que con amplia hipérbole lo nombraba Dios. Y ahora no sabemos qué habrán de reflejar esos "grafiteros", si es que alguno queda que todavía no ha sido llamado a rendir cuentas de su alma.
Eric, no estás solo en el asunto. De mí puedo decir que tiempo ha que recorro con cierto desaliento los pasajes en sombra de ese laberinto. Y con todo, excusas aparte, no debemos soslayar que hay voces veladas, como la de la Grisso, y dicciones atropelladas, al lado de incompetentes técnicos de sonido que o no colocan sus artilugios debidamente o que, de manera sangrante, ignoran las casi infinitas posibilidades de la ecualización. Y que este fatal desconocimiento sea imperdonable y moneda corriente en los "platós" de televisión, en la radio y, para más inri, en bastantes padecidos estudios de grabación (cuando los frecuentábamos), no disculpa a ninguno de esos torpes responsables.
Luego están los "chifles", las voces de estridente pito de tantas, sobre todo, y tantos reporteros, corresponsales y demás fauna.
Mas hay un detalle magnífico, asombroso, digno de examen y glosa: a poco que Vuesas Mercedes se fijen, no existe político que antes y durante sus lamentables y pomposas arengas de mediocres seudo-oradores, no corrija con firme mano la posición en la que encuentra ese par de mínimos micrófonos de diseño, previamente instalados en el atril. Porque ¡ellos sí que saben!
De eso y de todo lo demás. 

martes, 16 de enero de 2018

Cuerda creciente

Conscientes de la contundencia de su aspecto, que no es la más inofensiva de sus "armas de mujer", los responsables (directores, productores) le van encargando papeles de enérgica y arrasadora sabihonda capaz de fulminar a cualquiera que se le ponga a tiro, con sus implacables designios y maniobras.
De ese modo, la Chastain, doña Jessica, se abre paso en el cine contemporáneo y mayormente norteamericano, bordando sus personajes con un primor de acero inoxidable y de un frío polar que no podrían combatir ni las prendas de fibra más eficaces de "DECATLÓS", y dejando un halo de brillante peligro alrededor suyo de ella.
En "El juego de Molly" (que nuestros más bobalicones cosmopolitas no renunciarán a traducir como "Mollys' game"), insiste en ese diapasón pulverizando con engañoso, satinado y resuelto método cuanto obstáculo se le cruza, aunque la salvan puntualmente de su soberbia un estricto y asombroso sentido ético y la escena en que Kevin Costner, a la sazón su padre exigentísimo en el film, tiene con ella una sesión de recíprocas clarificaciones y urgente revisión psicoanalítica o así.
Con la dispuesta suficiencia con la que gestiona y se repone de las más sañudas palizas de la mafia de turno, y el desfile suntuoso del vestuario, la organización de alto nivel de las timbas, selecto bar incluido, no dudamos de que a la Molly/Chastain le queda cuerda creciente y dará mucho de sí.

lunes, 15 de enero de 2018

No nos privamos de "ná"

Vamos llegando al punto.
Que ya lo sostenía San Francisco de Asís, amparando fraternalmente a sus dilectos animalitos.
Conque, queridos amigos del marisco, ojo con seleccionar una langosta que flota inocente y parcialmente desprevenida en el acuario y echarla tal cual a la olla hirviente. Porque ya nos estamos planteando una anestesia preceptiva y previa para eliminar, o al menos disminuir el sufrimiento, tal como parece ser que se organiza el protocolo que precede a la silla eléctrica o a la inyección letal y aunque no se haya diseñado todavía algo así para los fusilamientos sumarísimos ni otros procederes de trámite rápido.
En algún rincón de este "blog" ya hace tiempo que nos preguntábamos, con cierta cautela, el alcance de estas delicadas bulas: ¿la piedad incluiría a cada ser vivo? ¿Consideraremos seres vivos, o sea "respetables" y sujetos de derecho, a los virus que nos aportan con indiscriminada gentileza las epidemias de alto rango y nunca solicitadas?
Una lástima que el santo no esté para iluminarnos y dirimir estos procelosos titubeos.
A veces vamos sacando algunas cosas de quicio, desbordando con flujos de histeria y animadversión según qué cauces que por otra parte pueden tener más que sobradas motivaciones. Y es posible que las beligerancias activas del feminismo de Femen, etc. jamás perdonarán el matiz de ponderación que la Deneuve, siempre bella y elegante en su madurez, ha emitido a propósito de otro lío de vistosa actualidad, que anda levantando grandes y seguramente opinables oleajes.

domingo, 14 de enero de 2018

Tragicómicos traficantes de las palabras, los compinches del fugado Carlos trajinan con la ideología y hacen suya la frase memorable de Groucho sobre los principios

Tan parcos y cicateros,
con tan flojos compromisos
habéis pedido permiso
("convertidos" de improviso
en aparentes sumisos
para no ser prisioneros)
que no ha colado la cosa
y de momento los jueces
desestiman vuestras preces,
desconfiando sensatos
de que por liebre déis gato
entre sonrisas y rosas
más bien ladinas la unas,
de índole inoportuna,
y las otras, tortuosas.

Porque entienden que no cabe,
viendo el rumbo ya emprendido
a los mandos de esa nave,
que os crean la palabra
(tan sólo coyuntural,
de conveniencia cobarde, 
meramente gestual
y emitida más bien tarde)
de que renunciáis a estar
y a actuar
talmente como una cabra.

A pulso habréis de ganaros
(después de ser pregoneros 
de motines evidentes)
que la opinión de la gente
ya no os tenga por cuatreros;
y que no es una patraña
que ahora vais a moderaros
y a dejar en paz a España,
que buena falta nos hace,
kamikazes.

sábado, 13 de enero de 2018

Y IV "Las fiestas"

Con una sobredosis de paciencia y una más que cierta bronquitis, el año 17 ha modulado al 18, envueltos en el frondoso griterío de las festividades y en la repetición empachosa de las campanadas y de las uvas, modelito va y transparencia viene.
Chocolate y roscón por San Ginés, Madrid abarrotado de multidudes y con temperaturas de cuidado, también ha habido el desgranado relato truculento con el que sin mucha necesidad se nos iban transmitiendo los morbosos detalles de los sucesos sangrientos que parecen aumentar en número y sinsentido.
Todo "entrañable" y revuelto, para dar la medida de nuestro caduco consumismo, de nuestras endebles y egoístas escapadas. Fueron "las fiestas", que a más de los que lo admiten van dando ganas de echarse a dormir hasta que pasen.
La traca final, el colofón consistió en un largo y profundo atasco nevado en la autopista, coincidiendo con esa afición por los desplazamientos masivos que con tan pizpireta alegría nos vamos proporcionando de forma inexorable entre veraneos, semanas santas, puentes, etc. Tocaban ahora los de la Blanca y Feliz Navidad.
Ruedo pintoresco, ibérico y centrífugo, tensado de desavenencias, queridos supervivientes, henos de Pravia, suculentos "lujos a nuestro alcance", algún kilito de más, era de esperar. Y claro que el restablecimiento de las rutinas saludables, asumámoslo, no es algo que convenga menospreciar.
-- Desde luego que no.

viernes, 12 de enero de 2018

III De la visibilidad y otros "divertidos" arroyuelos

Con la típica afición a dar la nota o a hacerse notar. Ahora la corrección política, siempre hipócrita, histérica e histriónica y más falsa que los duros a peseta, lo llama "conveniencia de que todos los colectivos tengan VISIBILIDAD".
Con eso, decimos, se han insertado en según qué cabalgatas de los Reyes Magos, desvaríos incapaces de disimular la intención provocadora y el río revuelto. En vista de ello, esperamos con ilusión ansiosa, anhelante, acezante incluso, la incorporación de otros colectivos, a saber, okupas, violadores en serie o en serio, drogadictos, trileros diplomados, etc. con derecho a sus respectivas VISIBILIDADES, y el advenimiento de una alternativa JESUCRISTA que colmará de perversa y satírica felicidad a sus ocurrentes y progresistas inventores.

jueves, 11 de enero de 2018

II "Los héroes del folclore"

Transidos de una gloria victimaria, de mínimos "heroísmos" y martirologios, salís como de un friso teatral a proclamar -- la mirada en el horizonte, el desafío, en el gesto -- vuestro rechazo frontal de la Justicia española y los tribunales que la imparten. Pataleta y rabieta; mohínes pueriles de enfrentamiento que un puñado de acérrimos pancarteros festejan y aplauden, para convenceros del "papel histórico" que en los anales venideros os concederá la posteridad. Ya, ya.
Otro día, diferentes trogloditas se negarán a reconocer el cometido regulador de los semáforos y todo el entramado de las señales de la DGT. Total, ya puestos...
Pero perded cuidado: los tribunales españoles y los semáforos sí os van a reconocer y, si no se tuercen del todo las cosas, os irán pasando la facturita que os corresponde como eximios majaderos, porque no es plan que, sin ser ni de lejos más guapos, listos y altos, se os permita eso tan folclórico y taurino de ponerse el mundo por montera.

miércoles, 10 de enero de 2018

Curiosas reseñas pendientes: I ¿A que te lo esperabas?

Tramposo de marca, pero no completamente lerdo, en algún momento de los delirios debiste considerar que con el ejemplo de tus ilegalidades y trapacerías se iba a abrir una compuerta para la repetición de los despropósitos.
Y ahí la tienes: la ocurrencia de TABARNIA puede que sea una muestra más de surrealismo daliniano, un derivado vistoso de la tramontana y otros vientos célebres por sus trastornos; pero lo raro habría sido que, metidos en el toreo bufo y la ebullición, no surgiera algo así, como una nueva sorpresa, no exenta de humor, y reflejo indirecto de tu obstinada afición por los disparates y de su promoción insistente.
Claro que confiabas en tu maquinaria de propaganda y corrupción que con prepotencia va acallando a los disidentes. Pero cuando ya se agitaron tanto las aguas, cualquier cosa es posible: desde tu apresurada, rocambolesca y "valerosa" fuga como ex-presidente de la región catalana hasta que cunda, en sucesivos peldaños, tu estilo de criada respondona.

martes, 9 de enero de 2018

Vocabularios y ritos

No era el propósito ni la intención
demorar tanto los nuevos renglones;
pero el Destino a veces es burlón
y entona por su cuenta sus canciones,
jugando a ser voluble zascandil
o veleta que sin sentido gira
y muestra inconsecuente su perfil,
las verdades revueltas con mentiras.

En fin, espero que será posible
retornar al crisol del alquimista,
al tablero sesgado e invisible,
al prisma ensimismado e impasible
de un pulso de ajedrez entre duelistas.
A las palabras otra vez volvemos,
a los arduos ensayos manuscritos,
a la vela y los remos
de los vocabularios y los ritos.

El Hipocampo sale de una bruma
de extravagantes burbujas y espumas.
Hola.